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lunes, 26 de enero de 2015

Guía para que los hijos adolescentes sobrevivan a los padres

Sí, porque no todo va a ser culpa de los hijos.



La adolescencia es una etapa muy importante para el desarrollo emocional y la personalidad de los jóvenes. Puede comenzar de los 9 a los 13 y se prolonga unos diez años, pero vamos, que en algunas personas yo pondría como en los juegos, de 9 a 99 años.

Para afrontarlo con naturalidad, (porque es algo natural, hay que pasar por ello y no culpabilizar a nadie, y aunque tu no te acuerdes o digas, "yo es que no era así", sí que lo eras) conviene estar preparado. 

No vayais a pensar que para los hijos es más fácil que para vosotros, pues son ellos los que están pasando por una serie de cambios físicos, psicológicos y sociales y encima tienen que lidiar con unos padres con un hijo adolescente.

¿En que deberíamos dejar un espacio?


  • Autoafirmación: Antes siempre pedía consejo y sus padres eran su principal referente a la hora de comportarse. Ya no, ahora necesita autonomía, independencia y su grupo de referencia será su grupo de amigos. Olvidaros de este tipo de comentarios: "No tienes personalidad, haces lo que hacen tus amigos". (¿Es que tú con mi edad hacías algo diferente? Sí es así, me encantaría saberlo). "Compórtate más como un adulto". (De acuerdo, pues trátame más como un adulto).
  • Montaña rusa emocional: Unos días te dan un abrazo y otro ni los buenos días. Nosotros, como adultos, sabemos que esto va a acurrir y psicológicamente tenemos que estar preparados. No hay que confundirlo con faltas de respeto (desde el principio no hay que permitirlo); pero no insistáis en el beso de buenas noches, el beso de buenos días, el de antes de salir al colegio y el de vuelta.
  • Narcisismo: el físico, la ropa, estar gordos o delgados, tener un grano será lo más importante en sus vidas... ¿Y esto es una característica de la adolescencia? ¡JA! Habrá que dar buen ejemplo en casa... otra cosa es que decidan seguir el mismo modelo que sigues tú. Respeta (luego comentaremos los matices) su modo de vestir, la decoración de su habitación, la música... y respeta los cambios en gustos. ¿Pero ya no te gustan los pantalones rotos? ¿Ahora quieres que te compre una falda? ¡Es que no tienes ninguna personalidad! (Pero en que quedamos, ¿me pongo o no me pongo os pantalones rotos?
  • Inseguridad: los cambios físicos normalmente preceden a los cambios emocionales y puede conllevar no reconocer el cuerpo como suyo. A parte, le pides que se comporte como un adulto y sigues sin dejarle hacer las cosas por sí mismo o criticando todo lo que hace. Esta inseguridad conlleva miedo al ridículo; angustia; agresividad... Siempre descalza por casa, ¿Cuándo vas a cambiar? Por que te lo he repetido mil veces ya y bla bla bla.... (¿¿¿Que tu hija adolescente anda descalza por casa??? ¡Pero a donde vamos a llegar!
Como hoy me he extendido un poquito, el siguiente post lo haré con las "claves o límites" (una serie de pasos milagrosos) para mejorar la convivencia con los hijos.

Pero si tus hijos no son ninguno de estos dos, es que estás haciendo un buen trabajo.






1 comentario:

  1. ¡Hola Raquel! Te he dejado un premio en mi blog :) http://coloreasumundo.blogspot.com.es/2015/04/premio-al-mejor-blog-amigo.html

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